“EN EL NOMBRE DEL PADRE …”




Éllos nacieron en un lugar,
donde cuando ni la conciencia les auxilia,
tienen que abandonar a una familia,
y algo parecido a un hogar.





Hace pocos días, dejaron el país
y el pueblo que los vio nacer,
navegan bajo un cielo gris
y sobre un gigante
que no los deja retroceder,
van sobre una barca agujereada,
sin rumbo y sin hogar,
y no buscan y no desean,
ningún lujurioso placer.
Sólo les queda rezar.
En el nombre del padre,
del hijo y del espíritu santo … Amén.





En la barca
a merced de esa gigante tempestad,
sólo hay rostros que definen
un frío gesto de miedo,
cansancio y dolor,
pero el aliento reposa y,
palpita en los corazones el sosiego,
gracias a la fuerza del valor.





Ya no les importa,
que al traspasar la espesa niebla,
nadie con éllos lo va a celebrar,
y en la mañana alguién los mirará mal,
no les importa ya, que al llegar,
en la breve o larga estancia,
algo en éllos se va a quebrar,
porque algunos
los trataran de un modo irracional.
Lo único que les importa es llegar,
sentir los pies en la tierra,
a tierra regresar.





Ya, pasando el camino fronterizo,
encuentran un lugar …,
bendito lugar, bendito,
paisajes sin desolación,
nada parecido a un paraíso,
pero de momento mucho que ganar
y muy poco ya que perder.
Sólo les queda rezar.
En el nombre del padre,
del hijo y del espíritu santo … Amén.





A orillas de la vida y de la muerte,
bajo este cielo gris,
se les oye decir,
¡ oh ! Dios compasivo,
gracias por haberme despertado,
hoy a punto estuve de quedarme
eternamente dormido,
y ayer, mi hijo desesperado …





Él tiene frío en los labios,
sangre en los pies,
todo perdido y su mundo al revés.
Élla tiene sed en las entrañas
y siente un triste llanto dentro de su vientre,
más allá de su alma,
y frente a las puertas del nuevo sol,
sólo habla la desesperación
y calla el corazón emocionado,
sienten que alguién,
un trozo de paraíso les han regalado.
Éllos consiguieron llegar,
mas a otros,
de sus sueños se adueñó la mar,
navegan sobre un gigante que no les deja retroceder.
Sólo les queda rezar.
En el nombre del padre, del hijo …, y amén.





Él tiene temblores en la garganta
y frío en los ojos,
y va buscando en su mirada
a los amores lejanos.
Élla tiene esperanzas en las entrañas
y tan sólo dos antojos,
que alguién le de agua y calor,
a su ángel de ojos blancos
y rojas manos,
a su ángel de negras pestañas
y sangre, sangre limpia ,
inocente sangre, de sus entrañas.
Que le den calor a su ángel,
que acaba de abrir sus ojos y tiene hambre,
que le den calor al que quiere vivir,
al ser de su sangre, que ha vuelto a nacer,
en el nombre del padre,
del hijo y del espíritu santo … Amén.





Pero van a sentir escalofrío en el cerebro
y escalofrío en el corazón,
porque ruge sin intermisión,
el poder del racismo y la discordia,
y lloraran de incomprensión,
victimas del odio y la xenofobia.





Y tú …, debes comprender,
que la sangre que corre por sus venas,
sufre el mismo daño.
Tú …, debes saber,
que todo éso, que tanto condenas,
es un corazón,
que como tú o como yo, también necesita calor.
No te importe el color de su piel o su religión,
tan sólo un comportamiento
es lo único que debe importar,
muy dentro de todos, existe un sentimiento,
y también éllos, saben amar.
Tuvieron que abandonar sus tierras,
muchos por amor también,
por el nombre de sus padres,
de sus hijos y, sin saber por qué.





A veces muere, pero sin muestras de venganza,
muere la ocasión de sentirse persona por primera vez,
mas su tierna edad le brinda la esperanza,
de que el mundo reconozca algún día,
tanta, tanta estupidez.
Sólo les queda rezar, muy dentro del alma rezar.
En el nombre del padre,
del hijo, del espíritu santo …, y ,… Amén.


******




©Vicente V. Solera 


6 comentarios:

Esther dijo...

Desde luego que no es un viaje de placer.. buscando una oportunidad para vivir encuentran el final..

me ha encantado la poesía

besos

Naveganterojo dijo...

Hermoso poema nos dejas hoy, seres humanos que son capaces de dejar lo poco que tienen en el mundo para enfrentarse a ....la muerte, el odio, la incomprension, y la carcel.
A veces creo que nunca aprenderemos de nuestro pasado, pues nosotros los españoles hemos sido siempre emigrantes, y casi siempre hemos sido bien recibidos en los paises en los que recalamos, casi todos tenemos un padre o un abuelo que se fue a la aventura de intentar salir adelante dejando en este pais la familia y el amor.
¿Por que no recordamos?.
Un abrazo amigo mio y mis mejores deseos para ti.

Silvia_D dijo...

Ojalá tan mortal empresa llegará a buen puerto y encontraran el refugio necesario a sus penurias, pero la verdad de lo que les espera "al otro lado" es, a veces, la incomprensión y más penuria.

Besos, paz e igualdad.

Mar dijo...

Como estaran en su pais para salir asi a la ventura sabiendo que pueden morir?? ufffffffff

Precioso poema!!!

Besitossssssssss

Esencia Mia dijo...

Bellas sus letras... y pensar que hay tantos seres humanos que se encuentran en esa situación

Un gusto pasar siempre a su espacio, lleno de sensibilidad y que nos aporta siempre temas reflexivos.

Saludos

iñaki zaratiegui dijo...

Hermosos sentimientos los que transmite este sitio.
Un saludo amigo.